Definitivamente se necesitaba un hotel de este tipo en la región.
Me hospede en la suite junior , es muy amplia, cama muy cómoda, con una terraza privada en un jardín, que por cierto es lo q más me gusta del hotel. Esta rodeado por un jardín exuberante . Las vistas que se tienen , sobre todo la del restaurante donde se ven todas las montañas . La carta es exquisita , la paella deliciosa, el salmón, los postres, todo un restaurante de categoría. Me encantó el detalle que manejen bebidas fit, buena decoración por todo el hotel, piscina amplia y la lista de reproducción de la música excelente , es un hotel que puedes visitar cuando quieres escuchar algo diferente y para terminar lo mejor mejor de todo , la atención de sus empleados que formalidad , siempre atentos y dispuestos , queríamos un recorrido ecológico a caballo y en un santiamén nos consiguieron donde hacerlo . Felicidades !! Y definitivamente volveré